Campañas 8M

Dentro de nuestras “improductividades” (acciones artísticas que aprovechan nuestra visibilidad para generar un impacto social sin perseguir necesariamente un beneficio económico) desarrollamos tres proyectos de sensibilización sobre la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Eu con este rolete bateríalle, Estou até os miolos y Día da muller desbordan la estructura estable de A Panadaría, les abren las puertas a teatreras, docentes e incluso a una panadera para que denuncien la violencia machista, invisibilizaciones y desigualdades, para que reivindiquen más derechos y más referentes de mujeres empoderadas y otras identidades sexuales y de género.

Eu con este rolete bateríalle (2015)
En 1969 la artista Valie Export presenta su performance Action Pants: Genital panic en la que irrumpió en un cine de Múnich con una metralleta en las manos y los vaqueros rasgados a la altura de la vulva. En 2015 Marina Abramovic, admirada por el poder de la acción de Valie, encarnó la misma performance en Nueva York. Nosotras, fascinadas también por la obra de la artista austríaca, creamos la serie fotográfica Eu con este rolete bateríalle en la que el rodillo de madera sustituye a la metralleta y nuestras invitadas exponen con su rabia frente a la desigualdad.

Estou até os miolos (2016)
En nuestra profesión las mujeres somos minoría en casi todas las áreas. Invitamos a una directora, una figurinista, una dramaturga y una distribuidora y productora a contarnos de qué están hartas o, hablando de otra forma, de qué están “até os miolos” (hasta la coronilla).

Día da muller (2017)
Tradicionalmente la panadería ha sido, en nuestra tierra, un oficio de mujeres y, tal y como ha sucedido en los últimos tiempos en el ámbito de la cocina, con el aumento de prestigio de esta profesión las figuras que han alcanzado visibilidad y buena posición económica han sido los hombres. Os presentamos en esta pieza audiovisual a Carla Ribadulla, plata en el Campionato Galego de Panadería 2016. Las mujeres queremos las mismas oportunidades, estamos hartas de ser personajes secundarios.